1877Fundición Libertad

La Fundición Libertad entró en operaciones en 1877, bajo propiedad de Baeuerle y Cía., Francisco Küpfer König y Roberto Strickler.

La Fundición Libertad entró en operaciones en 1877, bajo propiedad de Baeuerle y Cía., Francisco Küpfer König y Roberto Strickler[1]. Estos  últimos, inmigrantes suizos e ingenieros mecánicos de profesión, tomarían tras la muerte de Bauerle el control de la fundición impulsando nuevas técnicas industriales que estaban siendo desarrolladas en Europa con el objeto de incentivar la naciente industria manufacturera. Se buscaba que la Fundición Libertad impulsase el desarrollo local y disminuyera la dependencia del país de los mercados internacionales[2].

La Fundición Libertad surgió de una iniciativa privada, financiada con recursos de sus dueños, obtenidos de los negocios industriales anteriores a la fundición, y que hacia el año 1896, bordeaban la suma de 250.000 pesos. Su apertura incorporó adelantos en los procesos de producción y fabricación. Introdujo el niquelado, así también el trabajo del bronce en el diseño de llaves, válvulas, bombas y cañones para el sistema de alcantarillado y también para baños particulares[3]. Rápidamente se aprovisionó a la fundición de lo necesario para operar, como las máquinas-cilindro destinadas a cortar y doblar las láminas, o los tornos, importados desde Inglaterra y utilizados para contornear diversos objetos, como las ruedas de los locomóviles[4]. Esto, en un periodo en el cual la Guerra del Pacífico (1879-1883) y la implementación del ferrocarril aumentaron la demanda en la producción de maquinaria en base a hierro. Junto a ello cabe sumar la producción de válvulas para la construcción de cañerías en la red de agua potable.

Esta actividad fabril concentró un importante grupo de trabajadores que establecieron hacia 1889 un sociedad de socorros mutuos que buscaba generar redes de protección en caso de accidentes o fallecimiento[5]. Posteriormente, en 1929, se establecería el Sindicato industrial de la Fundición Libertad, respaldado por la ley N° 4057 de 1924, que daba legalidad a cualquier acción de organización por parte de los trabajadores. Los obreros, influenciados por los ideales que la SOFOFA, reclamaron su derecho a organizarse en cooperativas y a tener acceso a cultura, deporte y recreación. Sus demandas se plasmaron, en parte, en publicaciones como “La voz del metalúrgico” y lograron hacia 1936 la instalación de una biblioteca de uso exclusivo de los trabajadores. También llevaron a la creación del club deportivo “Fundición Libertad”, en donde se practicaron deportes como natación, box, ciclismo y fútbol, entre otros[6].

La Fundición Libertad se fue consolidando con el pasar de los años. A fin de siglo se unió a la Fundición Capital de Guillermo Küpfer, hermano de Francisco, lo que llevó a la incorporación de nueva maquinaria y a la ampliación del edificio con la construcción  de un segundo piso y con la ampliación de los talleres en la planta baja[7]. En el año 1933 se constituyó como sociedad anónima, bajo el mando del presidente Alberto Küpfer Belser y de la mesa directiva compuesta por Guillermo Küpfer Belser  y Francisco Küpfer Belser. A partir de aquel momento la Fundición Libertad S.A. comenzó a expandir sus mercados, obteniendo cuantiosas ganancias, ascendentes a la suma de cinco millones de dólares, lo que le permitió invertir en nueva maquinaria, como la barredora Cornac, e iniciar un plan de modernización de sus maquinarias y de su establecimiento[8].

La Fundición, ubicada en la calle Libertad N° 54, se situó en el emblemático barrio Yungay, sector que limitaba al oriente con la calle Negrete, al poniente con la avenida Matucana, al norte con la calle San Pablo y al sur con la Alameda. Este lugar presentaba un carácter urbanizado, albergaba familias de distintos grupos sociales y se conectaba con la ciudad puerto de Valparaíso a través de la extensión del camino de San Pablo[9]. Aquello nos habla de una intención por parte de Strickler y Küpfer de establecer su fábrica en un lugar estratégico, a fin de facilitar el traslado de las materias primas y bienes industriales importados desde el extranjero[10].


[1] Mariano Martínez, Industrias santiaguinas: industrias y manufacturas nacionales: primera serie (Santiago: Impr. y Encuadernación Barcelona, 1896), 04.

[2] Sociedad de Fomento Fabril, Boletín de la estadística industrial de la República de Chile N°1 (Santiago: Sección Estadística SOFOFA, 1895), 105-106.

[3] Martínez, Industrias santiaguinas, 8-9.

[4] J. Tadeo Laso, Reseña de las principales industrias chilenas, 52.

[5] “Estatutos: propiedad de los señores Strickler y Küpfer” (Santiago, 1889), en BN, Sección Chilena.

[6] “La Voz del metalúrgico”, 3.

[7] J. Tadeo Laso, Reseña de las principales industrias chilenas, 52.

[8] “Memoria anual: Sociedad Anónima Fundición Libertad Küpfer Hermanos” (Santiago, 1949).

[9] Fidel Araneda, Crónicas del barrio Yungay (Santiago: Impr. del autor, 1972), 26-27.

[10] Araneda, Crónicas del barrio Yungay, 31