1922Central Hidroeléctrica Maitenes

Levantada por la Compañía Nacional de Fuerza Eléctrica y por el ingeniero Juan Tonkin (1875-1959), Maitenes se ubicó en el valle del Cajón del Maipo y utilizó las aguas del río Colorado. La central contó con tres unidades de turbinas de 7.333 kW cada una, abasteciendo tras su inauguración en 1923 la fábrica de cemento de La Calera y los ferrocarriles que unían Santiago-Valparaíso y La Calera-Juncal[1].

En 1921 la Compañía Chilena de Electricidad continuó la ampliación y mejoramiento de los servicios energéticos de la zona central del país, uniendo la central Maitenes con las subestaciones San Cristóbal de Santiago, las Vegas y Miraflores, estas últimas de Viña del Mar. Estas conexiones permitieron levantar el primer sistema eléctrico de Chile con una línea de transmisión de 110 kV. Asimismo, en Santiago se construyó un sistema de anillo de distribución subterránea de 12 kV que interconectó las centrales de Maitenes, Mapocho y La Florida[2].

Durante este período, los dueños de las compañías cuestionaron el actuar del Estado en torno a las ventajas económicas que adquiría con el otorgamiento de permisos para la construcción de empresas eléctricas. Esto llevó a la creación de la “Asociación de Empresas Eléctricas en Chile” cuyo fin fue “estrechar relaciones entre las diferentes empresas; estudiar los puntos que convengan para el mejor desarrollo de ella; procurar organizar un directorio (…) que tenga a su cargo atender los intereses generales”[3].  Esta alianza dio supremacía a las empresas eléctricas particulares en Chile hasta 1940, fecha a partir de la cual el Estado empezó a invertir y participar activamente en el desarrollo energético a través de la CORFO (1939) y ENDESA (1944) [4].

Actualmente las instalaciones de la Central Hidroeléctrica Los Maitenes pertenecen a AES Gener y han sido declaradas inmuebles de conservación histórica.