1900Central Eléctrica Mapocho
En enero de 1899 la empresa británica The Chilean Electric Tramway and Light Company, con sede principal en Londres comenzó a levantar la Central Eléctrica Mapocho tras haber obtenido la licitación para la producción de energía eléctrica.
En enero de 1899 la empresa británica The Chilean Electric Tramway and Light Company, con sede principal en Londres comenzó a levantar la Central Eléctrica Mapocho tras haber obtenido la licitación para la producción de energía eléctrica. Esta central térmica a carbón entró en operaciones de manera oficial el 1 de junio de 1900[1], tras una inversión superior al millón y medio de libras esterlinas[2]. Su creación se gestó en un contexto en que el Estado chileno buscaba modernizar el sistema de transporte público del país y aumentar la dotación de luminaria eléctrica. Se deseaba reemplazar los antiguos carros de sangre empujados por caballos, por modernos tranvías que funcionaban en base a la energía eléctrica, a fin de agilizar el transporte, la comunicación y el abastecimiento de las industrias que florecían en la capital. También se buscaba dotar a las calles y poblaciones de luminaria eléctrica, provocando un cambio cultural en la manera de vivir de las personas, acostumbradas a un ritmo de vida diurno.
La inauguración de la Central Térmica Mapocho, en la intersección de las calles Mapocho con Almirante Barroso, en plena periferia del barrio Yungay, permitió cubrir en un principio estas demandas. Operó con maquinaria a vapor y transformadores importados desde Alemania, utilizados fundamentalmente para la elaboración de energía eléctrica a base de carbón y para su almacenamiento y distribución[3]. Su equipamiento en base a tres unidades generadoras y alternadoras de energía eléctrica, que funcionaban con corriente continua y una fuerza de 676-KW a 550 volts, abastecieron inicialmente con comodidad el servicio de tranvías eléctricos de la ciudad. Para sostener el alumbrado público, se hizo necesaria la importación continua de cables de alimentación y distribuidores de electricidad, tanto subterránea como aérea, para el caso del alumbrado público. Las aguas utilizadas para la producción de energía eran canalizadas desde el río Mapocho y otros lugares, por conductos subterráneos y conducidas a la central, para que a partir de la combustión de carbón, en las calderas construidas en el lugar, se produjese vapor de agua, que tenía la finalidad de mover las turbinas conectadas a los generadores y producir energía eléctrica[4].
En 1919 se formó en Valparaíso la Compañía Nacional de Fuerza Eléctrica de capitales norteamericanos y chilenos, la que se fusionó con la Chilean Electric Tramway and Light Company tomando el nombre en 1921 de Compañía Chilena de Electricidad S.A[5]. Tras esta alianza la Central Eléctrica Mapocho pasó a manos de Chilectra y junto a ella los derechos de concesión establecidos con la Municipalidad de Santiago[6]. Entre 1925 y 1931 se produjeron normativas, dentro de un mayor proteccionismo económico, que llevaron al Estado a normar y dictar las tarifas de los servicios eléctricos. A partir de la creación de la CORFO en 1939, la Compañía Chilena de Electricidad, pasó a ser un organismo semi-estatal, que finalizaría en la década de los ochenta con la privatización de la compañía[7].
[1] Se han establecido dos fechas para este inicio, el 1 de junio y el 2 de septiembre de 1900. En Luces de modernidad: Archivo fotográfico CHILECTRA (Santiago: Larrea Impresores, 2001) y «Plan de Electrificación del País” (Santiago, 1956).
[2] Chilectra, 75 años de Chilectra S.A (Santiago: Ograma, 1996), 9
[3] “Plan de Electrificación del País” (Santiago, 1956), 105.
[4] Lucas G. Bruno. Funcionamiento de una central termoeléctrica (Santiago, 2010).
[5] “Estatutos: Compañía Chilena de Electricidad Ltda” (Santiago, 1937), 3.
[6] “Estatutos: Compañía Chilena de Electricidad Ltda” (Santiago, 1937), 5.
[7] Chilectra, 75 años de Chilectra S.A, 13-15.