1920Anfiteatro de Anatomía
El anfiteatro de Anatomía se encuentra en el Museo de Anatomía ubicado en Profesor Zañartu número 1130, comuna de Independencia. Su historia está vinculada al desarrollo de la disciplina médica universitaria en la Universidad de Chile.
En 1857, la Escuela de Medicina de se trasladó a la calle San Francisco, ubicada junto al Hospital San Juan de Dios, en pleno centro de la ciudad[1]. El recinto fue utilizado para impartir clases de anatomía, clínica médica y reconocimientos médicos legales, lo que permitió abordar “una lección práctica sobre las cuestiones más difíciles, más importantes que pueda ofrecer la medicina”[2]. En la segunda mitad del siglo XIX, la capacidad del establecimiento resultó insuficiente debido el aumento de estudiantes en el campo de la salud. En 1889, la Escuela de Medicina se desplazó al sector de La Cañadilla, cerca del Hospital de San Vicente de Paul, en el barrio del cementerio y de la Casa de Orates. En 1918, un incendio afectó a la Escuela de Farmacia, lo que llevó a la reubicación de algunas instalaciones. Más tarde, a finales de 1948, otro siniestro destruyó la Escuela de Medicina de La Cañadilla[3], aunque el Anfiteatro de Anatomía fue uno de los pocos lugares que no sufrió mayores daños. En 1960 se inauguró un nuevo edificio para la Escuela de Medicina, diseñado por el arquitecto Juan Martínez Gutiérrez, el que incluyó el antiguo anfiteatro anatómico.
La colección del Museo de Anatomía contempla 475 láminas destinadas como recursos de aprendizaje para las clases de anatomía en la Universidad de Chile. Estos materiales fueron sistematizados en 1960 por el doctor Humberto Vargas Olmedo y organizados en cuatro fondos: en primer lugar, las preparaciones cadavéricas y artificiales que comprende alrededor de 500 piezas que reflejan elementos anatómicos, en segundo lugar, la colección de teratología que corresponde a 154 campanas de vidrio que contienen partes humanas conservadas en formalina, enfocadas en el estudio de anomalías congénitas, en tercer lugar, 475 lienzos, desarrollados por especialistas a finales del siglo XIX, por último, una biblioteca sustentada en la colección privada del médico Gustavo Jirón Latapiat y constituida por libros provenientes de diferentes países europeos.
Los objetos que conforman las colecciones del Museo abarcan los siglos XIX y XX, y fueron agrupadas por diferentes circunstancias[4]. En 1865, el médico José Joaquín Aguirre adquirió una figura anatómica francesa de tamaño natural, compuesta por piezas desarmables y que “dejaban ver debajo de él al órgano que se había levantado”[5]. La estatua del doctor Ansoux arribó al puerto de Valparaíso en 1846 y era calificada como “una de las obras más perfectas que pueden presentarse en Europa, según resulta del examen que han hecho de ella personas inteligentes”[6]. Este tipo de material cumplía una finalidad pedagógica y representaba una herramienta práctica para la enseñanza de la anatomía humana durante las clases.
En ese contexto, la creación de un museo en la Escuela de Medicina era importante para organizar los trabajos o muestras anatómicas que servirían como recursos de investigación para los estudiantes de medicina. El estudio de órganos y el análisis sobre el origen de enfermedades requerían objetos con el propósito de realizar observaciones clínicas. Para ampliar la variedad de piezas en las secciones se dispusieron protocolos. Un ejemplo de esto fue la incorporación del “niño bicéfalo, nacido en Talca, y que el Intendente de esa provincia ha remitido para la colección del museo”[7]. La disposición de estos materiales en la sección de teratología era esencial para reconocer la edad de los fetos o demostrar la existencia de heridas, contusiones y fracturas. Asimismo, el Decano de Medicina, José Joaquín Aguirre, recomendó al Consejo de Instrucción, la adquisición de “seis preparaciones ejecutadas por Ernestina Pérez, alumna del sexto año de medicina, para la exposición sud americana en Berlín, pero que no habían podido ser enviadas”[8].
En 1918, después del incendio que afectó a la Escuela de Química y Farmacia, Gregorio Amunátegui, Decano de Medicina, gestionó recursos económicos de la Dirección de Obras Públicas[9]. La construcción del edificio marcó un cambio en la estructura administrativa, dando lugar a la creación del Instituto de Anatomía bajo la conducción de la Escuela de Medicina. Como parte de las nuevas instalaciones, se inauguró el Anfiteatro Profesor José Joaquín Aguirre[10].
La dirección del recinto estuvo a cargo del Inspector del Instituto y del Museo Anatómico, que debía tener el título de médico. Su función consistía en poner a disposición de los académicos los materiales de enseñanza, realizar preparaciones anatómicas, tramitar la adquisición de piezas y generar publicaciones para difundir el trabajo del Museo. A mediados del siglo XX, se estableció una sección de anatomía plástica, “que permite copiar con fidelidad cuadros anatómicos tomados del cadáver; tallados primero en cera, se reproducen luego en látex o yeso”[11].
El 2016, las Colecciones del Museo de Anatomía y el Anfiteatro de la Escuela fueron declarados Monumento Nacional de Chile. En la actualidad, el recinto alberga unas 2.300 piezas aproximadamente, las que se clasifican según la técnica de conservación. En los últimos años se ha llevado a cabo un valioso trabajo de investigación documental con el propósito de comunicar la importancia patrimonial de este lugar y su impacto en la historia de la salud chilena. Las salas del Museo pueden ser visitadas por la comunidad, escolares y turistas.
[1] Carlos Osorio, “Historia de la Escuela de Medicina de la Cañadilla”, Revista Médica de Chile, 2013, nº 141, p. 1.485.
[2] El Ferrocarril, “La mortalidad i los curanderos”, 27 de enero de 1857.
[3] Miguel Laborde, Medicina chilena en el siglo XX. Santiago, Colección Museo Nacional de Medicina, Archivo Recalcine, 2002, p. 103.
[4] Carlos Sanhueza, “Objetos naturales en movimiento. Acerca de la formación de las colecciones del Museo Nacional de Chile (1853-1897)”, Revista de Humanidades, 2016, nº 34, pp. 143-169.
[5] Augusto Orrego Luco, Recuerdos de la Escuela. Santiago, Imprenta Universitaria, 1924, p. 7.
[6] Enrique Laval, “Evolución de la enseñanza de la Anatomía en Chile”, Anales chilenos de historia de la medicina, 1964, vol. 6, nº 2, p. 54.
[7] El Ferrocarril, “La sección teratolójica del museo”, 20 de octubre de 1880.
[8] Diario Popular, “Preparación anatómica”, 7 de agosto de 1886.
[9] Ricardo Cruz Coke, Historia de la medicina chilena. Santiago, Editorial Andrés Bello, 1995, p. 495.
[10] Julio Cárdenas, “El Museo de Anatomía de la Universidad de Chile, un monumento nacional”, Revista Médica de Chile, vol. 146, nº 12, 1.459-1.465.
[11] https://daml.med.uchile.cl/museo-historia.php